Mi enfoque en la fotografía de desnudos eróticos, con una carga de pornografía suave, busca contribuir a la redefinición de la ontología del deseo y del cuerpo, centrándose en la diversidad y pluralidad de las corporalidades y en las múltiples formas de habitarlas, sentirlas y expresarlas. No me limito a capturar las facetas hegemónicas de ser cuerpo, sino que exploro aquellas que trascienden los cánones tradicionales de belleza y sensualidad, fomentando un espacio artístico inclusivo donde el placer y la vulnerabilidad coexisten como expresiones reivindicativas del ser. El cuerpo, en su despliegue, es un canal de lenguajes sutiles que nos vinculan con nuestra intimidad e identidad, tanto individual como compartida.

En cada trabajo fotográfico, asumo el desafío de expresar esa riqueza tanto en el proceso, como en imágenes, que inviten a reconectar con el dinamismo del cuerpo y sus interacciones, resaltando su pluralidad, subjetividad y fluidez. La sexualidad de las corporalidades es un territorio de intersección entre lo individual y lo colectivo, lo personal y lo social. Enraizada en la cultura que habitamos, la sexualidad opera tanto como un mecanismo de reproducción social como un espacio de resistencia. Desde esta perspectiva, mi mirada se aleja de la objetificación para centrarse en las texturas, formas y detalles que emergen de las pieles, los contornos y las posturas, revelando un lenguaje anclado al cuerpo en su historia e identidad. Mi trabajo reflexiona sobre lo erótico no solo como una manifestación del deseo, sino como un acto profundamente expresivo, donde el cuerpo deja de ser un mero objeto y se convierte en un soporte de identidad, emocionalidad y memoria, atravesado por múltiples capas de sentido e interseccionalidad.